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Carlos López Arriaga – Salarios y seguridad nacional

La evaluación de los minisalarios y las diversas propuestas de ajuste nacidas de partidos, cámaras, figuras públicas y fuentes oficiales rayan (todas) en el absurdo.

Es noticia el incremento dispuesto por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos de 80.04 a 88.36 pesos diarios, que al mes representan dos mil 650.

Mire usted, ante un paciente politraumatizado y en estado crítico, la polémica entre patrones y dirigentes varía entre recetarle media aspirina, un cuarto de tableta o tal vez (alega el más audaz) la pastilla completa.

Por si la metáfora resulta insuficiente, cabe añadir que las lumbreras del sistema parecen discutir en torno a la marca (y color) del “curita” que necesita un paciente ingresado a urgencias con una veintena de puñaladas.

Se llena la boca el gobierno de PEÑA al situar la medida en términos porcentuales, ¡el 10%!, como hace tantos años no ocurría!, ¡8.32 pesos más al día!

Aleluya. Aunque los presuntos inconformes, quienes proponen un cuarto de pastilla más, no andan muy lejos. El PRD dice que deberían ganar 100, lo que equivale a tres mil mensuales.

Antes, el jefe de gobierno capitalino MIGUEL MANCERA había situado su postura en 95.24 pesos (2 mil 857 al mes).

En tanto que GUSTAVO DE HOYOS, de COPARMEX, fijaba su cantidad idónea en 95.84 pesos (2 mil 875 mensuales).

Y el Consejo Coordinador Empresarial, en boca de su titular JUAN PABLO CASTAÑÓN, fijó como meta de mediano plazo alcanzar el umbral de los 100 pesos sugerido por el PRD, pero de manera gradual, a lo largo de 2018.

Genuino teatro del absurdo. El rezago de los minisalarios con respecto a la inflación lleva tres décadas y media desde que el gobierno del señor LOPEZ PORTILLO entregó, en su bienio final (1981-82) el control de la política económica al FMI.

Vendrían luego inflaciones monstruosas con DE LA MADRID, los reajustes draconianos de SALINAS (error de diciembre incluido) la continuidad de medidas anticíclicas con ZEDILLO y el conservadurismo tenaz de FOX, CALDERÓN y PEÑA.

Bajo tales condiciones, ¿Tiene algún sentido discutir cuál de los cálculos resulta peor, el de 2 mil 650, 2 mil 867, 2 mil 875 o 3 mil?

Polémica esquizoide, diálogo de cínicos extendido bajo la sombra (densa, ominosa) del señor CARSTENS.

Gobernador saliente de BANXICO que aconsejó (dictó, decretó) prudencia en los minisalarios bajo pena de no alcanzar (dijo) la meta inflacionaria del 3% esperada en 2018.

Opinión que (como su presencia, toda) pesa bastante en el gabinete económico y la voluntad presidencial.

GARBANZO DE LIBRA

Aunque siempre hay una excepción. Revelador, el estudio que en junio pasado divulgó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

Organismo autónomo federal, dedicado a generar información objetiva sobre política social y medición de la pobreza.

El CONEVAL fue la voz discordante entre coro de impúdicos arriba citado. Su diagnóstico es claro, contundente.

Si queremos que se cumpla la Carta Magna en materia de salario suficiente y digno, los trabajadores necesitan un aumento de 4.7 veces a los minisalarios. Lo cual, puesto en números, no seria de 80, 90 o 100, sino de 376 pesos al día, esto es, de 11 mil 290 al mes.

Meta incumplible en el plazo inmediato, por supuesto, por la inflación generalizada que provocaría. Pero si razonable como propósito amplio, programado, gradual.

Hoy más que nunca el poder adquisitivo de la población representa un asunto claro de seguridad nacional. Nuestros millares de sicarios son prófugos del salario mínimo.

La agresión económica ejercida contra el ingreso de los trabajadores en los últimos 35 años ha sido el caldo de cultivo de la violencia que hoy enluta a México. Así tendremos que verlo.

BUZÓN: lopezarriaga21@gmail.com

WEB: http://lopezarriaga.blogspot.com

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