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Carlos López Arriaga – Andrei Macuspenko

Perdonando por lo de penko, los torpes ataques emprendidos desde todos los frentes contra el gallo presidencial de MORENA, parecen tener el efecto de un poderoso vitamínico.

Negativos tiene el hombre (y muchos), ¿despropósitos?, a cada rato, contradicciones, furias, devaneos. Aliados recientes que antes fueron sus enemigos y amigos que hoy lo abominan.

Pero guerra sucia también, ahora en redes, cuyo anonimato (y sus alias mutantes) hace difícil el seguimiento, aunque la sospecha abunde y se extienda hacia el restante abanico partidista.

Estaría en duda el efecto, por muy truchas que sean los especialistas en contracampaña traídos de Venezuela o Miami. Caros, por supuesto, a la fecha ineficaces.

Recién se entera la opinión pública que una tal FRIDA GHITIS, articulista del Washington Post (con trayectoria en CNN y el Miami Herald) lanzó de su ronco pecho cierta tesis conspirativa donde vincula a VLADIMIR PUTIN con LÓPEZ OBRADOR.

Citando fuentes de inteligencia estadounidense, GHITIS presume la existencia de “señales tempranas” de las “sofisticadas campañas rusas” de “subversión, desinformación y propaganda.”

¡Ora pues!… Vaya culebrón, como para llenar un thriller (cinematográfico o novelado) estilo JOHN LE CARRÉ, FREDERICK FORSYTH o ROBERT LUDLUM.

Asegura la dama que desde el mismísimo Kremlin (música, maestro) alguna suerte de tenebrosa asistencia estaría “amplificando el mensaje en las redes sociales”.

Lo cual podría terminar marcando “una diferencia decisiva” y favorable al precandidato presidencial de la alianza “Juntos haremos historia”, constituida por MORENA, PT y PES.

El infiel PUTIN (no olvidar el acento prosódico en la “U”) tendría, por malvado afán, el “mostrar una sonrisa de satisfacción” si triunfa en México un candidato contrario al interés norteamericano.

Y, bueno, el tema encontró eco inmediato en personajes como JAVIER LOZANO ALARCÓN, el expriísta que se volvió panista y luego expanista reincorporado al PRI, a las órdenes de TOÑO MEADE.

Fragoroso, virulento, el senador y exsecretario del Trabajo habló de “ataques cibernéticos masivos” originados en Moscú, “para meterse por la puerta de atrás” (sic) y “generarle ruido a Estados Unidos.”

Fantasía iracunda. Y no lo digo porque AMLO sea una madre de la caridad (nuncamente) sino porque el trabajo detonador de este episodio mediático, se funda en filtraciones del aparato de seguridad norteamericano.

Error craso. Dicho en lenguaje de paisanos, le pusieron el balón a LÓPEZ OBRADOR para “chutar sin portero”, con gol garantizado.

Ni tardo ni medroso, el aludido apeló desde Veracruz a la soberanía nacional, para demandar a las autoridades que impidan cualquier “injerencia de algún gobierno extranjero” en la elección presidencial.

De cara al litoral jarocho, ANDRÉS MANUEL envió una respuesta en video donde se mofa de la acusación y dice estar esperando “un submarino ruso” que presuntamente le trae el “oro de Moscú”, del que habla la tesis anticomunista.

Aprovecha, además, para presentarse como “ANDRES MANUELOVICH”, añadiendo, en tono burlón, una terminación rusa a su segundo nombre. Y en cuanto al “oro” referido, se permitió aclarar que se trata de un loro (ave) que tiene en su rancho de Palenque.

Ciertamente sus enemigos le abren espacios y caben aquí las siempre valiosas alegorías médicas. Cuando la agresión es burda, primitiva, mostrenca, funciona como antígeno, induce la inmunidad del sujeto atacado.

Ocurre, pues, con el tabasqueño MANUELOVICH, nombre que permite variantes en la estilización eslava, tártara, moscovita. Igual podría ser ANDREI MACUSPENKO, por su localidad de origen.

Acaso lo único interesante que dijo la señora GHITIS es que factores como el presidente TRUMP brindan involuntaria ayuda al abanderado de MORENA.

Con enemigos así, no necesita amigos.

BUZÓN: lopezarriaga21@gmail.com

WEB: http://lopezarriaga.blogspot.com

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