La Pared

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Por Ricardo Hernández

LA PERVERSIDAD

En el proceso formativo de un jugador de futbol, la parte fundamental de ese proceso es, el tiempo.

La condición del tiempo en la formación deportiva requiere de algunas premisas.

La primera es, que si el proceso va mal, difícilmente se recuperará el tiempo perdido. Lamentablemente porque el futbol actual para un jugador en espera de una oportunidad, se reduce a una y en ocasiones a ninguna.

La segunda premisa, un proceso formativo de un jugador de futbol, rara vez se puede adelantar, son casos muy especiales en que los jugadores soportan subir a un nivel que no les corresponde pero aún así cumplen con la expectativa.

Atendiendo estos puntos en la formación del futbolista, el tiempo de ese proceso comúnmente es alterado por diferentes factores en su mayoría en perjuicio del niño o del joven prospecto.

El título de este texto casi siempre es el principal motivo de las alteraciones a los proceso formativos de los jugadores. La perversidad de entrenadores y otros personajes por obtener un beneficio propio, como lo dice Thomas Hobbes “la perversidad es demostrada por las mentiras o cuando se simula algo que no es, también cuando se destruye a alguien sin tener el más mínimo reparo que no sea el de lograr cualquier objetivo en beneficio propio”.

Ejemplificando, hay personas y muchas dentro del futbol que suelen engañar a jugadores y padres de familia; casi siempre los principales objetivos de estas personas es el dinero o reconocimiento. En los dos casos son capaces de poner a los jugadores en un nivel que no les corresponde, con frases comunes como, “su hijo ya está para tal equipo”, entre otras frases, igual de peligrosas.

Ese tipo de mentiras suelen venir de personas poco o nada preparadas en el tema de formación. Estos personajes manipulan el deseo de un joven soñador y padres entusiastas por llegar a ser futbolistas profesionales, por lo tanto son capaces de utilizar toda su baraja de estrategias para beneficiarse de eso, la mayoría de las ocasiones con credenciales falsas, relaciones falsas, etc…

Estos personajes particularmente están disfrazados de entrenadores, de visores, de promotores, y el mayor de los engaños, por eso el título de “La perversidad”, es que se disfrazan de personas o de profesionales con valores. La confianza depositada por jugadores y padres de familia en estos personajes regularmente es ciega y sin condiciones, y el descaro de este tipo de gente es, que aprovecha mientras puede, y en esta parte entra la premisa del tiempo.

Este tipo de falsos profetas tienen la capacidad de sostener una falsa ilusión por semanas, meses y hasta años, desafortunadamente para los jóvenes y papás como lo decía al inicio de este texto, es difícil recuperar el tiempo perdido.

El proceso formativo de un jugador de futbol es largo y difícil, requiere de muchas enseñanzas y de ejecución practica. Por eso no se puede ni se debe confiar a un talento a cualquiera de estos personajes que, pregonan éxito y lo que menos les interesa es el futuro del jugador y si, solamente su porvenir.

Debemos entender que el futbol formativo es un proceso de enseñanza y aprendizaje meramente futbolístico, sumándole el fomento y fortalecimiento de valores que adquirieron en casa. Debemos entender que el futbol formativo es solo siembra, no cosecha.

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