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Martín Sánchez Treviño – ¿Ni para lavarse las manos?

La suspensión de las actividades por la plaga que recorre el mundo ha derivado en parálisis de los sectores productivos, no así en los tres niveles de administraciones gubernamentales. Los más golpeados serán los primeros, que son precisamente los que producen y mueven la economía familiar. Aunque los adultos mayores recibirán por adelantado 40 mil millones de pesos. Es decir, habrá dinero abajo donde la pobreza no tiene tregua.

Por lo pronto el Congreso de la Unión aprobó una deuda por 180 mil millones de pesos para que el gobierno federal, compre amuletos y esfinges para proteger a los más de 120 millones de mexicanos que podrían ser victimas de este padecimiento.

Aunque se habla de una estrategia de 3 meses atrás para enfrentar la pandemia, hasta ahora se sabe en qué se aplicaran los recursos, cuando el año anterior el gobierno federal ni siquiera había cubierto las demandas de los hospitales del país.

Lo más seguro es que las clínicas y hospitales de la federación conserven las carencias. Lo mismo circulan versiones de limitaciones en algunos hospitales administrados por el gobierno estatal.

La pandemia podría ser el parteaguas de la capacidad o incapacidad de cada ente gubernamental. Que en la región del noreste y en la mayoría de las entidades del país la sequía es un factor que podría empeorar los efectos de la pandemia.

En esta capital de 10 camionetas pickup que circulan en calles y avenidas 3 de ellas cargan un tinaco, un tanque u otro tipo de recipiente para transportar agua. Y es así como el líquido resulta básico para prevenir el mal del siglo 21. ¿Donde esta el acuaférico?

En este sentido, los politiquillos de medio pelo han mostrado su incapacidad para resolver las demandas básica de esta capital y de las principales ciudades tamaulipecas, pues el abasto del agua no es propio de Ciudad Victoria.

El sistema Lagunario de los municipios del sur de Tamaulipas tienen un severo desabasto, del cual se administra el agua a las ciudades de Altamira, Madero y Tampico. Y la caja de agua que alimenta esa región también ha mermado su capacidad, como es la Reserva Ecológica, conocida como El Cielo, que se ubica en los municipios de Jaumave, Ocampo, Llera y Gómez Farias.

Y aún cuando los municipios fronterizos desde Nuevo Laredo a Matamoros pudieran cantar victoria ya que tienen el Río Bravo rebosante, pero les puede ocurrir lo que al burro del aguador. Que llevando cargando el agua no la podía beber. Sobre todo porque hay una deuda de agua de México con Estados Unidos.

Asimismo las regiones costeras de Aldama, Soto La Marina, San Fernando y González también tienen deficiencias de agua. No únicamente para satisfacer la demanda de la población sino también hay severos problemas para dar de beber al hato ganadero.

Lo mismo ocurre en otras regiones como Villa de Casas, donde la alcaldesa salió tramposa igual que otros ediles de ese mismo partido, hay problemas de agua también en Santander Jiménez, Burgos, Cruillas, San Carlos, San Nicolas y Nuevo Padilla.

No así en municipios como Hidalgo, Villagrán y Mainero, una región donde los ríos tienen agua pero además en las primera demarcación la Presa Pedro José Méndez tiene un nivel regular, pero suficiente para abastecer esa región.

La región donde la naturaleza ha sido más ruda es la que comprende los municipios de Bustamante, Miquihuana, Tula y Palmillas, donde no llueve aunque los lugaremos saquen a pasear a la Señora de Las Nieves.

Mientras que los municipios que hacen región con Ciudad Mante, Xicoténcatl, Gómez Farias, Ocampo, Antiguo y Nuevo Morelos es boyante el abasto de agua para consumo humano. Pero si han aflorado dificultades para abastecer la dotación de riego. En esa zona se localiza el Primer Distrito de Riego del país.

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