Campanario

Editoriales Off 34

Martín Sánchez Treviño

La inflación y el endeudamiento social

En los primeros 15 de 2021 hay un reporte de inflación significativo no obstante que fuera de 0.1 por ciento, que no es el caso de la inflación en México, por encima de las dadivas del gobierno central tenemos una inflación del 3 por ciento, que podría justificarse por el remanente del año anterior donde los bienes y servicios tuvieron un incremento significativo lo mismo que el resto de los bienes de consumo.
En ese orden y retomando la entrega anterior tenemos que como mecanismo de financiamiento para quienes desempeñan la economía informal, para quienes las casas de empeño son una opción al alcance de casi cualquier persona.
Aunque recurrir a estas significa pagar un alto precio, pues sus tasas de interés y costo anual total ya que incluye comisiones, seguros y demás suele ser muy superior al que cobra un banco comercial o incluso alguna financiera popular, al cual no tiene acceso quien labora en una actividad formal.
De acuerdo con oficiales, un crédito personal otorgado por un banco comercial puede tener un costo total, en la parte baja, de aproximadamente 25 por ciento, aunque también los hay de 80 y hasta 90 por ciento, como los casos de Banco Azteca o Coppel.
Pero también en el sector de casas de empeño, donde hay más de 7 mil 600, es prácticamente imposible encontrar préstamos por debajo de 70 por ciento.
Las cifras promedio que manejan las casas de empeño más populares del país son Monte de Piedad, 73 por ciento; Fundación Dondé, entre 121 y 412 por ciento; First Cash, 180; Prendamex, de 72 a 270; Presto Cash, de 216 a 278 y Empeño Fácil, 250 por ciento.
Ante la ausencia de un órgano regulador de las tasas de intereses de los dueños del circulante, aunque en realidad lo hay, pero es disfuncional de otra manera los capitales de bancos e industrial del agio extranjeros ya se hubieron convertido en capitales golondrinos.
El significado de los anterior es trascendente y escandaloso, ya que si una persona deja en prenda algún artículo por el que una casa de empeño le prestó 10 mil pesos, con un costo anual total de 250 por ciento, al cabo de un año, si quiere recuperar su artículo tendrá que pagar alrededor de 25 mil pesos, es decir, 15 mil pesos más de lo que originalmente se le prestó.
Solo falta que los bancos del bienestar claven la uña a la clientela de personas en “emergencia” que reciben recursos de la federación, pues de otra manera no se ha transparentado la forma en la funcionara ese modelo de banco.
En este sentido la Procuraduría Federal del Consumidor recomienda recurrir al préstamo prendario sólo en caso de urgencia, además de que antes de decidir se debe comparar diferentes casas de empeño, poniendo énfasis en el costo anual total, tasas de interés, comisiones, avalúo, gastos de almacenaje, seguro contra robo, etcétera. Pero en ninguno de sus apartados tiene facultades para intervenir a favor de los cuentahabientes.
La asociación nacional de préstamos prendarios, reveló que durante 2020 los artículos más empeñados por los mexicanos fueron aparatos electrónicos como computadoras, tabletas, celulares, herramientas e instrumentos musicales, que representaron 76 por ciento del total de artículos que se dejaron en prenda.

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