Ofrece disculpas “Pity” a la afición: “Siento mucha vergüenza”.

Deportes Off 75

Por Roberto Aguilar Grimaldo

Ciudad Victoria.- Tras el silbatazo final, Héctor “Pity” Altamirano se dirige al túnel del vestidor y junta las palmas de sus manos dirigiéndose, en silencio, a los aficionados en señal de pedir perdón.

Es otro juego para el olvido, con una derrota de 0-2 de Correcaminos ante los Coyotes de Tlaxcala.

La calculadora indica que el equipo naranja suma 572 minutos sin anotar gol en los últimos seis partidos de la Liga de Expansión.

Dos horas antes, en el Estadio “Marte R. Gómez” nadie quería pensar en la posibilidad de otra derrota, “hoy gana el Corre dos a cero”, opina un optimista aficionado en la zona de plateas, “hoy se termina la racha negativa de no anotar”, comenta un reportero.

Y así comienza el encuentro, con pocos aficionados en las gradas, pero eso sí, la mayoría son Correcaminos de corazón.

Contrario a los buenos augurios, por momentos el partido se complica en la zona defensiva. Comienza a rondar en el ambiente esa extraña sensación de que no saldrán bien las cosas.

Y al minuto 37 ocurre un grave error. El portero local se traga un “gol olímpico” de Giovani Hernández quien cobra un tiro de esquina y así abre el marcador a favor de los Coyotes.

El árbitro decreta el final de la primera parte y Altamirano se va enojadísimo a los vestidores. Hay abucheos para todos.

En el segundo tiempo “Pity” le da una buena dosis de dinamismo al equipo local con los ingresos del juvenil Sergio Treviño, así como de Ronaldo González y Adrián Garza. Después entrarían Jorge Zárate y Víctor “Chapu” García.

Hay mayor velocidad ofensiva por ambos costados, principalmente por derecha con Treviño. Pero el gol del empate se niega a caer.

Y lo peor ocurre al minuto 80 de tiempo corrido, cuando Joao Gabriel Sala aprovecha una falla defensiva y anota el segundo gol a favor de Tlaxcala. Ha sido la única llegada de los Coyotes en el segundo tiempo y ellos si la aprovechan.

Para entonces ya hay marcado malestar en las gradas. Desde la zona norte se escucha un cántico, “ya se va, ya se va, el Pity ya se vaaaaa”. Otros le reclaman a la directiva y unos más gritan, “¡Que se vayan todos!”.

El partido termina y el tan anhelado gol de Correcaminos jamás llegó. La racha negativa sigue alargándose.

Altamirano sale apenado rumbo a los vestidores, y aunque en las redes sociales ronda la posibilidad de su salida entre los aficionados, más tarde en la rueda de prensa el mismo “Pity” aclara ese punto: “Hoy la decisión no está en mis manos, pero no soy un tipo que deja las cosas a medias, yo estoy decepcionado por los resultados, soy de los tipos que no abandonan las cosas”.

Y para la afición tiene las siguientes palabras: “Quiero ofrecerle una disculpa a la afición porque siento mucha vergüenza por no cumplir las cosas que yo digo, me pesan mucho, no queda más que poner el pecho y tomar lo que venga con profesionalismo… Siento una vergüenza al no tener al equipo donde la afición se lo merece”.

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