Por Alfredo Guevara

La mayor parte de los ranchos pecuarios de la entidad no están trabajando al cien por ciento de lo que realmente pueden tener, producto de que el hato ganadero que si bien se llegó a ubicar en poco más de un millón 300 mil cabezas, hoy en día oscilan en unas 970 mil.

Por ello, la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) está a punto de dar a conocer las reglas de operación para los productores que estén interesados en la repoblación del hato, que se suma a las acciones emprendidas con el mejoramiento genético, reveló Ariel Longoria Ledezma titular de la dependencia.

Y es que, el hato ganadero disminuyó en esas cantidades durante el 2010 y hasta el 2013, cuando hubo años se intensa sequía, que ocasionó la mortandad de muchos animales por falta de agua y alimento, además de las pérdidas por robos y cuestiones que tienen que ver con la inseguridad en los municipios de mayor actividad pecuaria.

“En las últimas semanas hemos puesto a disposición de los productores poco más de mil 500 toros dentro del programa de mejoramiento genético y estamos por ejercer los 50 millones de pesos que nos autorizó el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca para invertir  en la repoblación del hato ganadero en apoyo a los ganaderos” refirió el funcionario.

Admitió que los productores de lugares como Méndez, Burgos, Cruillas, presentaron problemas de sequía en el año, ocasionando que su ganado perdiera peso y en algunos casos, tuvieran que vender a precios por debajo del valor real.

Dentro del programa para la repoblación del hato ganadero, se tiene pensado incrementar el número de animales en unos 28 mil en lo que resta del año, sobre todo en áreas de producción donde este por debajo de lo estimado.

La idea es que los productores de Tamaulipas recuperen su hato y con el programa de mejoramiento genético, el Estado siga manteniendo el estatus sanitario, que le permite exportar hacia el extranjero, como para consumo nacional.

Confirmó que recuperar el hato ganadero, se llevara tiempo, por la cantidad de cabezas que se llegaron a perder, sobre todo en los años de intensa sequía.