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Martín Sánchez Treviño – ¿Sin Tlcam Caería 1.9 el PIB?

La comisión económica para américa latina, conocida como Cepal indicó que si se suspende en Tratado de Libre Comercio de América del Norte se preveé que el Producto Interno Bruto caería 1.9 por ciento. Es uno de los motivos principales por el que los analistas estiman una recesión en México y un desequilibrio económico ante los mercados internacionales. Pero además se advierte un desastre para la economía mexicana de seguir la misma inercia que ha proyectado el bipartidismo de los últimos 17 años.

La situación económica y financiera de México se agudizaría debido a que la petrolera mexicana conocida como Pemex, registra un caída en la producción de barriles diarios de petróleo del orden de un millón 730 mil barriles diarios de crudo, respecto a los rendimientos obtenidos en 1980, cuando el gobierno priísta aseguraba que “defendería el peso como un perro”.

Los escenarios ´parecen nada favorables para los mexicanos de a pie, empleados y asalariados podrían quedar atrapado por deudas impagables, debido no solo a la recesión que se advierte, sino también a la paralización de exportaciones, el cierre de los mercados financieros internacionales. Ante una deuda exorbitante que supera con creces los ingresos de la nación mexicana.

Y si estos factores se suma el proceso electoral federal, más complicado se advierte el escenario no sólo para los obreros y asalariados, sino también para la clase media y el sector empresarial, donde se prevé una depresión que golpearía más el poder adquisitivo.

Esto por supuesto, que no tienen nada que ver con cual o tal sea el candidato de X o Y partido político que gane o se postule para la presidencia de la república y, aunque el proceso de elección no está exento de la intromisión del gobierno Yanqui de Donald Trump. Lo cual hace más nociva la competencia electoral de los mexicano, necesario y urgente que los contendientes por el máximo cargo nacional presenten propuestas para revertir las inercias financieras, comercial, industrial y de productividad.

Saludable sería que los partidos hicieran propuesta legítimas, que favorezcan el fortalecimiento de la economía, de la generación de empleos, del nacimiento de empresas incubadoras del desarrollo y generación de un nuevo perfil encaminado al crecimiento de la industria nacional y no supeditar el crecimiento y el desarrollo del país a la inversión extranjera y a los bonos petroleros. Que solo afecta al crudo azteca y no así al hidrocarburo oriental.

Y si se le suma el escándalo de la petrolera mexicana, que estaría involucrada con su similar de Brasil, se advierte un escenario más complejo para las próximas décadas en el comportamiento de la economía y las finanzas mexicanas. Cuya responsabilidad no solo alcanza al presidente priista Enrique Peña Nieto sino también a las dos administraciones panistas que lo precedieron como son Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quezada, pero no se trata de buscar culpables sino alternativas y propuestas de salida y despegue.

Ante todo, porque para esta elección un porcentaje relevante del padrón electoral y de la lista nominal los ocupan los milenios, cuya indiferencia supera a los catalanes, que exigen un gobierno independiente contra el movimiento masivo surgio en Barcelona en contra de la Independencia de Cataluña.

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