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Carlos López Arriaga – Fox, de bruces con Meade

“A más tardar”, frase con que el dirigente nacional priísta ENRIQUE OCHOA REZA ubica (o dice ubicar) el destape presidencial. Precisando en ello, como fecha límite, el 14 de diciembre.

Jornada previa a la quincena, cuando los sahumerios de la Guadalupana aún no se disipan del todo, entre posadas y aguinaldos.

Aunque, conociendo la elasticidad con que este partido ejecuta sus malabares, la advertencia en cuestión (“a más tardar”) no precisa un día. Ojo, solo delimita un plazo.

El advenimiento podría ocurrir semanas antes (finales de noviembre, principios de diciembre) sin contravenir lo dicho.

En palabras de OCHOA, “el PRI tendrá precandidato” (así, en singular, para no dejar dudas) alegando coincidir con los tiempos del INE, para empezar precampaña el viernes 15.

La elección (consagración, sería lo más correcto) cubrirá las formalidades de una Convención de Delegados, aunque todos voten por la misma persona.

Sincronía mágica de voluntades que solo es posible bajo esa cultura de la abnegación. Negarse a sí mismos. Disciplina que renuncia a la voluntad propia, endosándola masivamente a la decisión de un individuo. El fiel de la balanza, el gran elector.

Queda pues señalado el tope, pero no el día específico del parto. Puede ser hoy, mañana o el día 14 por la noche.

El anuncio tuvo lugar en Hermosillo, Sonora, donde OCHOA REZA acompañó a la primera generación de la Escuela Nacional de Mujeres Priistas, donde fungió como anfitriona la gobernadora CLAUDIA PAVLOVICH.

Por cierto, habrá que anotar con cuanto tiempo de antelación se ha definido VICENTE FOX en favor de JOSÉ ANTONIO MEADE, titular de SHCP y puntero en la lista de prospectos a la candidatura del PRI.

Ello, porque luego sale con que su decisión fue una medida pragmática, adoptada presuntamente en campaña, inspirada en el voto útil, para favorecer a quien vaya mejor posicionado en las encuestas y tenga mayor posibilidad de ganarle a LÓPEZ OBRADOR.

Meras patrañas. Así lo dijo hace seis años para justificar su apoyo a PEÑA NIETO y el notorio desapego a la candidata panista JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA, con quien se tomó un par de veces la foto.

Aunque al día siguiente, ni tardo ni perezoso, insistiera en su urgencia maniaca de apoyar a PEÑA NIETO, “por ser el único” que en aquel 2012 podría vencer al populismo de AMLO.

Los tiempos dicen otra cosa. La inclinación de VICENTE por el partido tricolor se gestó varios años atrás, a partir de que FELIPE CALDERÓN cortó los subsidios a los dos elefantes blancos del Centro FOX y Vamos México.

Organismos que sin tener (ciertamente) fines de lucro, es claro que manejan recursos para pagar los emolumentos de sus directivos.

Amén de viáticos, viajes al extranjero, ayudantes, asesores, gastos personales y toda esa vida de reyes acostumbrada por la alguna vez llamada “pareja presidencial”.

Abandonado por CALDERÓN durante el sexenio 2006-2012, FOX se echó en brazos de los gobernadores priístas que se encargarían de hacer uso de sus instalaciones para conferencias y eventos.

Entre ellos, el más entusiasta sería el gobernador mexiquense, ENRIQUE PEÑA NIETO, quien desde entonces aceitó pacientemente dicha relación, que a la postre desembocaría en la renuncia de VICENTE a su militancia albiazul.

Y como el que paga manda, FOX de inmediato se alineó con su candidatura. En un acto de perversidad exquisita, los mandatarios del tricolor acabaron cooptando a su viejo verdugo.

El hombre que sacó “a patadas” al PRI en 2000 se convertiría en su trompetista, pregonero mayor. El más entusiasta promotor de su retorno.

Se cumpliría así el augurio de DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS quien con años de anticipación presagió que el propio FOX se encargaría de regresar al tricolor a Los Pinos.

BUZÓN: lopezarriaga21@gmail.com

WEB: http://lopezarriaga.blogspot.com

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