Marco A. Vázquez – Rebelión en la granja

Si nos atontejamos el próximo gobierno federal será igual o peor a todos los que hemos vivido, algo así como pan con lo mismo ó, lo que es igual, un ente que solo entiende el ejercicio del poder en darle pan y circo a un pueblo mientras saquea con avidez y dulce placer los presupuestos.

Mire, todavía no empieza Andrés Manuel López Obrador a ejercer y ya se le han subordinado infinidad de Diputados, Senadores, todos los magistrados de la Corte, los Consejeros del INE y ahora lo hace el presidente del INEGI o por lo menos eso se ve en su cacareado tema de austeridad.

Los hipócritas Diputados, por ejemplo, aprobaron la Ley  Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos y a petición del ejecutivo federal dictaminaron que ningún funcionario podrá obtener mayores salarios al Presidente de la República el cual se fijó una dieta de 108 mil pesos mensuales, eso hicieron los Diputados y Senadores pero no tocaron en un solo centavo sus percepciones, es decir, ellos seguirán obteniendo entre 200 mil y 250 mil pesos por mes.

Obvio que los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tampoco se van a reducir su salario de casi medio millón de pesos al mes y por las mismas van los del INE y otros más, según ellos es inconstitucional reducir las percepciones.

Lo peor de todo lo que ha ocurrido es que ahora es el INEGI el que da a conocer que a su titular le pagará casi 200 mil pesos a partir de la fecha, es decir, se acaban de aumentar el sueldo antes de que entre en vigor la próxima ley y así no exista forma de reducírselos, además no solo será el presidente de ese instituto habrá otros cuatro vicepresidentes que también tendrán mayor ingreso que el presidente López Obrador.

Lo más triste es que se peleen por algo que ni siquiera es trascedente, si bien es cierto que los salarios son muy altos, los de esos funcionarios que le menciono, más real es que se le hace más daño al país por la indolencia o corrupción con que desempeñan sus cargos, con todas esas dudas que dejan sembradas en el desempeño de sus funciones lo que obliga al mexicano a no creer en nada ni nadie.

Pero le decía, si nos atontejamos el futuro gobierno podría ser igual o peor a todos los que hemos vivido porque los temas de fondo todavía no se han tocado, es más, con la terquedad de los futuros funcionarios de no reducirse el sueldo ni siquiera han podido superar las apariencias, lo que percibe el pueblo como bueno aunque en realidad de nada sirva.

Mire, Enrique Peña Nieto, según su currículo toda su vida ha sido político, ha trabajado de dirigente partidista, legislador, funcionario estatal, gobernador y Presidente de la República, en todos sus años como “trabajador” habrá percibido, suponiendo que en todos ganaba como hoy 3 millones al año, unos 60 millones de pesos a lo mejor poquito más o poquito menos, con todo y ello su esposa se pudo comprar una casa de 84 millones de pesos y tenga por seguro que las que son de su propiedad no han de ser cualquier cosa, por ejemplo, acusó Morena el año pasado que Peña y su esposa Angélica Rivera, la gaviota, tenían una casa de 65 millones de pesos, más de lo que ha percibido de salario en toda su vida.

Obvio es que el Presidente en su declaración patrimonial, que es pública, dice que compró su primera casa a los 17 años en menos de mil pesos viejos y que su mamá le donó departamentos, joyas, terrenos, casas, y quien sabe cuántas cosas más que se agregaron a una herencia y otras donaciones de su padre que le permiten poseer bienes por varios millones de pesos pero no los 84 que se mencionan en la casa blanca ni la de 65 millones que acusó Morena, eso sí, habrá que investigar si sus papás tenían pozos petroleros o de donde les salió tanto dinero pero esa ya es otra historia.

A lo que vamos es a que realmente el tema de los salarios es una cortina de humo, un asunto más de forma que de fondo, que si bien le causa daño al patrimonio de la nación el perjuicio no significa nada con respecto al tema de corrupción o enriquecimiento inexplicable de muchos funcionarios.

Igual vamos a que todavía no empieza el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y ya hay una rebelión en la granja, sus futuros colaboradores y amigos se niegan a ganar menos de 108 mil pesos como él lo decreto, lo triste, le repito, es que todavía no comienzan a discutir los temas trascendentales del país y ya se nota que no se pondrán de acuerdo, más triste aún, que nos podríamos quedar estancados discutiendo nimiedades mientras el país se sigue hundiendo y por eso le digo, si nos atontejamos tendremos un gobierno igual o peor a lo que hemos visto aunque la solución es sencilla, así como salimos a votar así debemos de mostrar poder para obligar a que nos cumplan todo lo que prometieron y ponerlos a jalar y ya luego que discutan entre ellos sus diferencias personales.

En otras cosas…  Con el fin de seguir construyendo una sociedad que elimine las discriminaciones y genere el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia, el Gobierno de Tamaulipas que preside Francisco García Cabeza de Vaca llevó a cabo la Tercera Sesión Ordinaria del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SIPASE).

En dicha reunión, realizada en el Salón Independencia del Palacio de Gobierno en Ciudad Victoria, fue aprobado el Calendario de Sesiones Ordinarias 2018, así como el Plan de Trabajo 2018-2019.

Con estas acciones, se busca eliminar la violencia contra las mujeres tamaulipecas, mediante la implementación del Plan de Trabajo 2018-2019, contando con la participación de todas las dependencias del Gobierno del Estado, adecuando los programas estatales con ésta perspectiva de género.

Cabe señalar que es alrededor de 3 mil mujeres las que han sido atendidas por el SIPASE, donde el Instituto de Mujeres Tamaulipas es la instancia encargada de brindar a las mujeres que sufren de violencia física o psicológica, la orientación debida para que puedan realizar la denuncia correspondiente, así como la atención psicológica y jurídica.

También estuvieron presentes los titulares de Secretaría de Obras Públicas del Estado de Tamaulipas y Secretaría de Desarrollo Económico Tamaulipas, Cecilia del Alto y Carlos García; la encargada del despacho de Jóvenes Tamaulipas, Aomori Matsumoto; y el director general del Instituto Tamaulipeco de Becas.

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