Martín Sánchez Treviño – ¿Becarios, empleados o cultivo electoral?

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo BID, establece que el mercado laboral de México funciona sorprendentemente mal. Y que además nuestro país esta detrás de Honduras. Por lo mismo el investigador de mercados laborales, David Kaplan,  de ese organismo financiero, advierte que al banco de referencia le preocupa la situación precaria del empleo para los jóvenes mexicanos.

Asimismo valora la iniciativa del Presidente de México de otorgar becas para los jóvenes estudiantes o desempleado, pero precisa que una cosa es ser becario y otra es querer soslayar o esconder un problema de orden económico. Por ese motivo hace una crítica sustentada a las acciones gubernamentales en ese sentido.

También indica que los ingresos por cada empleo deberán ser del orden de los 16 dólares día, o el equivalen a 1.95 dólares por hora, lo que representaría un ingreso diario del orden de los 320 pesos para cada empleado. Cada hora laborada se tasaría en 40 pesos la hora.

El estudio de Kaplan es complaciente en este sentido con los empleados, pero incomoda no únicamente a la administración federal, que lo mismo despide mil que 20 mil empleados de las oficinas públicas, sino que también parece asfixiante para los empresarios generadores de empleos.

Lo relevante, es que se trata únicamente de un estudio ya que de otra manera, pone en crisis a los contratos colectivos de trabajo y lo que se le parezca, pero sobre todo inhibe la inversión en la región fronteriza, donde las empresas maquiladoras generan ocupación y no precisamente un empleo, como lo considera el IMSS. 

Quizá esta es una de las deficiencias del estudio de referencia, porque los empresarios entienden los derechos salariales y prestaciones como parte del salario de los trabajadores y Kaplan establece indicadores sin entrar en los pormenores de lo que se denominó por década el salario mínimo. O bien el planteamiento de su estudio se realizó desde una oficina de Nueva York.

Por otra parte, los gobiernos estatal y federal definieron ayer las funciones del gobierno de Tamaulipas ante el flujo de migrantes que arriban a territorio tamaulipeco. En primer lugar se estableció que esta entidad no será receptora de migrantes, sino que apoyará en temas logísticos la coordinación de las casas de migrante y el Instituto Nacional de Migración. 

Asimismo los albergues que establezca la federación quedarán fuera de Tamaulipas. Sin embargo, desempeñará funciones de colaboración para acreditar la identidad, facilitar la relación de las casas de migrante con la autoridad migratoria y mantendrá una relación estrecha con el INM.

Por el estado participó el secretario general de gobierno César Verastegui Ostos y Víctor Saenz Jefe de la Oficina del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Mientras que del gobierno federal participaron Francisco Garduño Yañez, en su carácter de comisionado nacional del Instituto Nacional de Migración, además de otros funcionarios menores de las secretaria de relaciones exteriores.

En la misma mesa de trabajo fue designado como coordinador del programa de migración en Tamaulipas, Pedro Lohman Iturburu, quien es general de división diplomado de estado mayor.       

Lo anterior no afirma que Tamaulipas vaya a ser una entidad expulsora de migrantes, sino que en esta entidad habrá colaboración de organización y monitoreo de las personas con calidad de migrantes extranjeros. Y de esta manera la federación cedió al estado las funciones que este propuso. Por ello la directora del DIF estatal Omeheira López Reyna, dijo la semana anterior, que la atención sería a través de organismos sociales no precisamente gubernamentales. 

La diputación permanente sesionó en comisiones y entre los dictámenes figura un punto exhorto para la secretaria de seguridad pública y la procuraduría tamaulipeca para que en coordinación con instancias federales prevengan y controlen  el robo de combustible, asimismo que establezcan acciones para abatir ese mercado ilícito que de hechos existe. La sesión la presidió el diputado de Nuevo Laredo, Glafiro Salinas Mendiola.