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Martín Sánchez Treviño – Invasión migratoria y nulo crecimiento

Es un hecho que la economía no ha sido boyante en el ultimo cuarto de siglo, el crecimiento lo mismo que el desarrollo contradictoriamente se da únicamente en los gobernantes y en la clase política que forma parte de sus administraciones. Ante un moralismo enfermizo y equivocado en su rumbo, por ello a 8 meses de la administración federal, el entonces candidato esta en deuda con los mexicanos.

Porque entre otras tareas la reforma educativa, si bien incluyó conceptos lesivos para el magisterio, la mecánica de concursos de plazas sigue su curso como lo planteo la herencia del Ex Presidente Peña Nieto. La evaluación no es una obligación sino una condición para escalar de forma gradual en la carrera magisterial.

Pero no excluye las ocurrencias de los secretario o encargados de la educación en las entidades federativas, aunque el ser, la misión y la visión del magisterio sigue enfrascada en un asunto de identidad. El magisterio enfrenta como nunca, ni siquiera en los tiempos de Vasconcelos, cuando se desarrollo el concepto integral de la educación.

Donde se trasparento la esencia de la educación. Ahora bien, la escuela mexicana únicamente, al menos lo que se ha conocido del proyecto educativo, es estereotipo plagado de compuestos a veces discrepantes. Donde se busca ponderar a una escuela mexicana concebida y desarrollada con paradigmas de los países desarrollados.

Asimismo hay una dicotomía entre un nivel escolar y otro. Es decir, el ser, la misión y la visión tiene variantes del nivel primario al secundario. Pero como otros son los indicadores de la normatividad de la reforma, en la mayoría de los profesores hay un desconcierto.

Ya que la reforma educativa de la “CT” ni es más amigable con el magisterio, porque los ascensos serán por evaluación y aprobación.  Y es compleja para los estudiantes, que apenas el ciclo anterior estrenaron modelo educativo peñista que extinguió los talleres para suplirlos por los clubes y antes de concluir el ciclo escolar, los ordenamientos del gobierno entrante indicó lo contrario, pero en los resultados finales los estudiantes les calificaron Los Clubes.

Quizá porque los números de los que se dicen prototipos de la cuarta transformación únicamente los conocen ellos y no los actores de la educación. 

Por lo mismo, lo que ha quedado claro para los actores de la educación lo mismo que de otros rubros es que los de la “CT” están ante los desafíos de las contradicciones del poder. 

De igual manera, de lo hablen, pidan, reclamen, planten los mexicanos, las autoridades tienen otra información. Y en automático entran en una controversia que raya en la confrontación. 

Mientras tanto, las políticas de otras regiones del propio continente se desarrollan en otros rumbos. Los creadores de automóviles y motores están privilegiando otras energías alternativas a las energías fósiles, porque además son menos contaminantes. 

Y resulta, que se busca resucitar a una paraestatal que padece una anemia progresiva incapaz de responder a cualquier estímulo. Paralelo a una cacería de capitales protegidos, con dividendos irrisorios que se aplican en paliar y subsidiar la pobreza.

Por ello traigo a este espacio algunos postulados de David Lipton, Director Interino del Fondo Monetario Internacional, quien afirmó que el capitalismo necesita corregir el rumbo y advierte que el problema es el auge de las desigualdades excesivas, pero que no obstante las tasas de pobreza se han reducido desde 1980, sonó hueco para los milenios.    

Una de las justificaciones que se advierten para el cierre año 2019, será el fenómeno migratorio, ya que las cifras de los organismos internacionales indican que serán 147 mil los migrantes que serán repatriados.

También es cierto que hay una distracción de la inversión y el crecimiento, este último podría estar por encima del 1 por ciento, pues estamos en el tercer trimestre del año y los amigos de la fallida cuarta transformación, no presentan resultados es cierto que hay mayor agudeza, pero como decía los abuelos, “de lengua me como un plato”. Las promesas de los políticos jamás son buenas, más bien deben hacer compromisos realizables, porque la sociedad contemporánea no vive de quimeras.

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