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Martín Sánchez Treviño – El Grito Ciudadano

Las fiestas patrias se convirtieron en promociones subliminales de un partido, que por cierto no ha tenido rumbo claro después que su fundador se erigió como candidato y como gobernante.

Los morenistas han mostrado que no tienen un perfil, que son mas mordaces, inconformes que rallan en la intransigencia. Si bien se muestran novedosos, lo cual satisface al pueblo, pero no se traduce en urbanidad de la democracia.

Sus discursos siguen siendo una promesa y compromisos con pocas posibilidades de cumplir con estos, más bien es una nueva retorica del lenguaje de los políticos que su osadía de ganar una elección no es sinónimo de que como gobierno sean los óptimos que la nación necesita.

Si grito de independencia si bien es novedoso, pero en las calles, los caminos y carreteras los habitantes que reclaman subsidios para la agricultura y de esa manera estar en condiciones de competir con los productores de los países a los que nuestro país les importa los granos y las harinas que sus agricultores son incapaces de producir porque el diesel esta encarecido, las semillas certificadas, lo mismo que los caricidas y fungicidades, con precios.

El grito de los naranjeros porque su huertos no arrojaron el rendimiento necesario para recuperar su inversión en salarios, seguro social, jornales, refacciones gasolina y equipos agrícolas para el mantenimiento de sus perenes.

El grito de los ganaderos, que dejaron de recibir subsidios en garrapaticidas y melazas para el ganado, forrajes, sales minerales, entre otros conceptos a los que el viejo régimen que abdicamos porque era peor que la 4T.

El grito de las amas de casa, porque los ingresos de su marido y sus hijos es insuficiente para cubrir los básicos del hogar. Incluso se afirma que la clase media desaparecieron y las becas y becas no cubren esas demandas.

El grito de los comerciantes cuyas ventas se han comprimido porque el comercio informal en línea a desplazado hasta el vendedor de básicos para el hogar, frijoles, atún, chile, tomate y arroz, pues la carne dejo de figurar como una básico alimenticio lo mismo que la leche.

El grito de los profesionistas que egresaron de la universidad. Que cada ciclo oferta nuevas oportunidades a sus estudiantes, pero el producto final no se traducen en Producto Interno Bruto, a cambio tenemos generaciones de profesionistas migrantes, ya que el mercado global así lo demanda, pero también es una generación de migrante cuya característica es que su migración es obligada resulta de una coacción, pues por un lado las nuevas generaciones no quieren vivir en su país de origen, se avergüenzan de lo que sucede en su nación, pero sobre todo están fuera o buscan un intercambio como coyuntura para no estar más aquí, por la historia vergonzante.

Por su parte el estado no tiene empacho en establecer nuevos impuestos para que ninguno de sus ciudadanos evadan la contribución de impuestos, aunque la calle tenga bache, los grifos no tengan agua.

Los más grave es la incompetencia de los gobernantes para promover empresas que generen empleo, y lo peor es que los ciudadanos reclaman por lo menos la dadivas del empleo temporal. Lo cierto es que resulta incomparable porque hay una brecha severa entre los empleos y la ocupación. Los primero requieren de inversión y los segundos son un efecto de los programas clientelares que nacieron en la década de los años 70 del siglo anterior, que también se les conoce como populistas.

En todo el país los gobernantes gritaron, pero sus gritos son efímeros porque no resuelven las necesidades básicas de sus ciudadanos. Las familias quieren comida, medicamentos, salarios justos, seguridad social aplicada no un grito de sus gobernantes. La historia es una historia, pero es intrascendente porque ello solo invocan con sus actitudes a los héroes que nos dieron libertad.

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