Raúl Bernal, un bombero que reparte despensas a familias de Ciudad Victoria

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Por Roberto Aguilar Grimaldo

Ciudad Victoria.- Hace algunos días, en una tienda comercial, un hombre se acercó a Raúl Enrique Bernal Gómez y le pidió ayuda, porque se había quedado sin trabajo.

Sin titubear le dio 100 pesos. Fue entonces que el bombero de 41 años decidió reunir despensas para buscar familias con mucha necesidad y apoyarlas.

“Gracias a Dios yo tengo mi sueldo seguro. Gano poco como bombero, pero es seguro, pero hay mucha gente que no, que viven al día. Por eso dije, voy a comprar, hacer despensa y a apoyar a quien en verdad necesite”, expresa en entrevista, conmovido por la situación que atraviesan algunas familias, sin ingresos por la pandemia del coronavirus.

Al localizar al hombre que es padre de tres hijos, deja en claro su postura: “No lo hago por publicidad y no me gustaría que la gente empezara a atacarme por hacer algo que siempre he hecho, ayudar a la gente, pues así me lo inculcaron mis padres”.

Durante la entrevista comparte anécdotas en las que recuerda como desde pequeño se preocupa por ayudar a sus semejantes.

Comenta que su mamá le platica que cuando él era niño, ellos vivían en una vecindad, iban a surtir la despensa y luego dejaban lleno el refrigerador, pero Raúl sacaba comida para compartir con los vecinos que no tenían.

“Es fe a mi Dios que nunca me ha dejado solo y cada día a él me encomiendo y pido a Dios por todos los que necesitan de él”, añade.

Raúl recuerda que vivió sus primeros años en la colonia Nacozari, de Ciudad Victoria, y cuando tenía 8 años se mudaron a la colonia Las Flores.

“Mi madre dice que desde que yo empecé a hablar, ella me preguntaba ¿qué deseaba ser de grande? Y siempre dije bombero”, narra Bernal.

Antes, a los 17 años ingresó a la Cruz Roja, “ahí inicié mi forma de ayudar a quien necesitaba la mano”.

¿Recuerdas alguna anécdota fuerte en tu labor de bombero?

“El último fuerte terremoto de la Ciudad de México, a donde fuimos apoyar. A mí me tocó ir un día después del terremoto, con cuatro compañeros más. Llegamos en la noche a la Ciudad de México y al día siguiente comenzamos a trabajar desde las cinco de la mañana”, dice.

Luego se incorporaron a las maniobras de rescate, tanto de personas vivas como de cuerpos de fallecidos.

“Mi primer contacto me tocó en la colonia Condesa, en un edificio de ocho pisos que quedó reducido a un piso o dos. Nos tocó sacar a un niño y a un señor. También nos tocó ver a gente aplastada, eso me marcó mucho. Lo que hicimos nosotros fue hacer remoción de escombros, con manos, con picos, con lo que podíamos. Me marcó mucho ver a la gente que se unía a apoyar, gente con traje, en zapatillas”, recuerda.

En su labor altruista con los más necesitados, hace algunos meses, el bombero puso un mensaje en las redes sociales:

“Si no tienes trabajo, no recibes apoyo de nadie y en algún momento se te terminan los insumos, por favor no te quedes callad@!!! No acuestes a tus peques o a tus papás sin comer. Escríbeme, llámame sin pena que de lo poco o mucho que pueda tener, con todo gusto te compartiré de mis alimentos”, dice el mensaje.

Fue entonces que comenzó llevándoles comida preparada a familias, pero después decidió cambiar para entregarles despensa, “en un principio era así, pero a la gente que a veces no tiene para comer, prefiero llevarles una despensa y que le dure días; porque van cosas básicas, arroz, frijol, tomate, cebolla, papa, chile y aceite, es algo más completa que solo una comida”, dice.

Insiste que tampoco publica fotos de las entregas que realiza, “porque eso no va conmigo, mi intención es solo de ayudar”.

Y lo hace de sus propios ingresos, de su sueldo como bombero y con su familia vende burritos, “pues de ahí sale para comer y apoyar. Con todo el corazón lo hago”.

Lamentablemente algunas personas que se comunican son de familias que no están muy necesitadas, “lo que hago es ir a checar a ver si es verdad y cuando estoy seguro les llevo su despensa. No se vale, algunos hasta dos autos tienen y casas grandes”.

¿En qué horarios llevas las despensas?

“Cuando lo necesitan, me mandan mensaje y si puedo lo hago, ante todo con todas las medidas necesarias ante la pandemia”, responde.

La de Raúl es una historia ejemplar para que muchos ciudadanos se solidaricen en estos tiempos que la pandemia golpea con fuerza la economía de las familias de Ciudad Victoria.

Quienes puedan aportar su granito de arena pueden llamarle para hacer pedidos de venta de burritos al teléfono 8348529977, de esa forma él seguirá llevando despensas a más familias.

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