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Editoriales Off 56

Martín Sánchez Treviño

El gas del bienestar y las estufas ecológicas

El gas del bienestar pareciera que nuevamente Morena en el poder va por un engaño más a la población. Pues todavía no logra bajar el precio de la gasolina, el diésel y otros básicos cuando ya promueve una nueva marca de gas de uso doméstico. En un tono rijoso como es su naturaleza ese partido quiere presentar una nueva oferta, pero sobre todo parece un nuevo engaño como el del avión y la nueva refinería cuyo predio donde se construye aún está inundado.

Pues en realidad las familias en emergencia están angustiadas por la falta de insumos para cocinar en sus estufas y muchas de estas ni siquiera tienen capacidad para adquirir una estufa de gas butano. Por ello pareciera que la visión de Morena respecto al fenómeno de la pobreza y de las familias de escasos recursos es solo un discurso.

Lo cierto es que la inflación de los últimos 2 años, han pulverizado los ingresos de la población en general y el mejor recurso de ese partido es desacreditar a los demás, echar pestes en contra de quienes han construido un capital, generan ingresos para el estado y empleo para la población.

Solo falta que ante la incapacidad para crear el gas del bienestar anunciado busquen la nacionalización de las empresas que distribuyen el gas en el país, a pesar de que muchas de estas se han forjado en el trabajo, el ahorro y la inversión. Pero la idea de esa administración es que el gobierno quiere competir y quebrar a la Iniciativa Privada.

Por ello no nos extrañe que de pronto haya una embestida que puede iniciar con las declaraciones fiscales de las empresas gaseras, ya que ese es el mecanismo que ese partido ha utilizado para justificar sus deficiencias administrativas.

Repartir culpas y sacar raja de estas ha sido la naturaleza del partido en el poder y para ello construye un discurso en el que el gobierno asume una actitud de un paternalismo responsable, que hasta ahora ha resultado ser falso. Pues el precio de gas se incremento meses atrás cuando se congelaron las líneas de distribución en el estado de Texas.

Y desde entonces hubo un incremento relevante en el precio de ese producto a nivel internacional. Y para ello la respuesta de la autoridad gubernamental que nada puede resolver y todo descompone, embiste a las empresas distribuidoras de gas. Pero por ahí no es, pues estos únicamente distribuyen el producto que pagan al precio que corre en el mercado.

En ese orden, según informes del Banco de México ,los recursos que el país ha desembolsado para importar gas licuado entre enero y junio de este año son 55 por ciento superiores respecto de los 800 millones 584 mil dólares de igual lapso de 2020.

Y en los cinco años anteriores el monto pagado a otros países por la adquisición de gas butano se ha disparado 103 por ciento, pues en los primeros seis meses de 2016 el monto fue por 627 mil 704 millones de dólares. Además, se superó el anterior récord, registrado entre enero y junio de 2018, que era de mil 44 millones de dólares.

Y según experto en energéticos el mayor gasto en la importación de gas LP se da en un contexto en el que el gobierno mexicano ha establecido un mecanismo de topes máximos al precio en el que los distribuidores de este combustible lo pueden ofrecer a los consumidores nacionales.

Lo ideal para las familias tamaulipecas será en el futuro cercano adoptar el proyecto de estufas ecológicas, que promueven investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, desde año anteriores.

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