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Martín Sánchez Treviño –  ¿Mejor que hace cinco años?

Hace años que México no se encontraba ante una encrucijada tan decisiva y determinante como la actual, la disyuntiva es muy clara, seguir construyendo para hacer de México una de las potencias mundiales del siglo XXI o ceder a un modelo del pasado que ya ha fracasado.

México se encuentra hoy mejor que hace cinco años y se han sentado las bases para que en los próximos cinco años el país se encuentre en mejores condiciones, aprovechando los avances que el país ha tenido”, afirmó.

Las reformas estructurales instrumentadas en este sexenio han reducido la dependencia fiscal a la exportación petrolera que pasó de 40 a 16 por ciento de ingresos totales.

Las nueve líneas anteriores son citas textuales pronunciadas por el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, durante su mensaje a la nación y por lo mismo a continuación presentamos algunos consideraciones.

Algunos puntos que ameritan una recapitulación, como son, a qué y cual modelo del pasado se refiere, que fue peor ha sido peor al actual. Asimismo, cómo qué hoy estamos mejor a cinco años atrás.

Si el presidente se refiere al modelo anterior al neoliberalismo. Entonces hay que recordar que hasta 1982 el país registró un crecimiento de la economía superior al 6 por ciento. Y desde entonces, en su administración y las anteriores, en las que se incluyen dos del Partido Acción Nacional, el país apenas pudo alcanzar un crecimiento económico del orden del 3 por ciento. Y en particular, este año el crecimiento previsto por los economistas y analistas, sólo se podrá rebasar el 2 por ciento.

Asimismo, hace cinco años el precio de la gasolina magna tenía un costo de 10.36 pesos, mientras que en el 2017 se cotiza en 16.40 pesos. El precio de la tortillas en el 2012 se tasaba en 11.00 pesos y en el presente año tienen un valor aproximado de 17 pesos. El kilogramo de frijol costaba al público 13.00 pesos y actualmente el precio oscila alrededor de los 20.00 pesos.

La numeraria jamás se equivoca, las “barrigas” de las familias mexicanas no satisfacen sus necesidades alimenticias, con un discurso rimbombante del padre y la madre de familia. Los niños, los adolecentes y los jóvenes, llegan a su vivienda en espera de que se oiga el ruido propio del sartén.

Las calles de las ciudades están ocupadas por el comercio informal, es la única alternativa que los trabajadores formales, eventuales y jornaleros, han identificado como una opción para completar la despensa básica.

Los hombres que vivían en el campo, olvidaron los ideales de sus antepasados. Porque la tierra esta revelada, se niega a darles cosecha. Y los agricultores del sector privado de la misma actividad primaria, adquieren al igual que los primeros el diesel a 17.00 pesos, mientras que en el 2012 el mismo carburante se adquiría en 10.10 pesos.

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