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Editoriales 0 33

Martín Sánchez Treviño

La conservación del equilibrio ecológico es una de las tareas en las que han coincidido las mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo, para frenar el deterioro del medio ambiente. Han logrado acuerdos relevantes como el de Paris, del cual lamentablemente con la llegada de un “magnate” a la Presidencia de la República de Estados Unidos, esa región de norteamerica renunció a su participación y por ende a los acuerdos internacionales. De hecho los ríos de ese país son los más contaminados del universo. Incluida la Isla de Manhattan, desde antes de llegada de la administración Trump.
Lo cierto puede ser, que aunado al fenómeno del cambio climático o la cuarta era, hay severos daños al medio ambiente y si a eso le sumamos que los desechos de este tercer milenio no son degradables, y además son elaborados con materiales que destilan contaminantes severos y agresivos , que derivan en enfermedades degenerativas.
Las mismas plantas tratadoras de aguas residuales desembocan en fuentes de abastecimiento de las grandes y pequeñas ciudades. Y es uno de los reclamos sociales permanentes de algunas comunidades rurales, que por que los peces se mueren, o que al niño le aparecieron manchas. Y que son resultado de descargas de agua sin tratar, porque alguna de las pieza de la planta no estaban en el mercado, justificaciones sobran.
En este contexto habría que abordar la problemática de las empresas instaladas en el Puerto y en la región de Altamira. Que sí bien, son representativas en cuanto a la inversión extranjera que aplican en los polos de desarrollo.
Pero solo eso, ya que en empleos no son nada representativas, ya que la mayoría de las plazas son automatizadas y quienes las ejercen son obreros técnicamente calificados, que las propias industrias traen de sus países de origen.
Ni siquiera en otros rubros del desarrollo económico tienen incidencia, ya que Puertos como el de Altamira tienen hoteles, restaurantes que cubren las necesidades de los industriales y empresarios que aplican sus capitales en esos nichos. Y las urbes poblacionales siguen rezagadas consumiendo los desechos de las grandes inversiones.
Lo anterior viene a colación por las sanciones que parecieran ridículas de parte de la Procuraduría Federal para el Medio Ambiente en contra de la empresa Técnicas Especiales de Reducción de Altamira, S.A. de C.V. -Tersa-, cuyo giro es el tratamiento de residuos peligrosos-biológico-infecciosos -rpbi-, como los ha calificado la dependencia.
Eh aquí parte del dictamen. Los rpbi se localizan en su correspondiente área de almacén no siendo afectados por el incendio. Y las áreas afectadas por el incendio son el almacén temporal de residuos peligrosos de tipo industrial, en donde la totalidad de los residuos y la infraestructura se incendiaron y colapsaron. Asimismo se detectó que la empresa almacenaba los residuos peligrosos a la intemperie y sobre suelo natural.
Tampoco acreditó el manejo adecuado de cenizas o escorias, producto de la incineración de residuos peligrosos y efectuar el almacenamiento de residuos peligrosos, por un periodo mayor a seis meses.
Asimismo en la visita de inspección realizada por la PROFEPA, a las instalaciones de la planta se pudo observar que las áreas de oficinas administrativas, el área de horno de incineración y el almacén temporal de los residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI), no presentan afectación a consecuencia del incendio.
Se puede considerar ridícula la sanción, porque tres planteles educativos de la ciudad de Altamira, evacuaron a sus alumnos durante las casi 72 dos horas de incendio, que tuvo lugar este mismo mes, al norte de Altamira. Que vulneró la vida y la salud de los altamirenses cuando el último frente frío anterior llego a esa región.
En otro orden, en temas de grilla, el dirigente estatal del Panal Carlos Cisneros Ruíz reveló que les ha recomendado a sus candidatos que apliquen severas medidas de seguridad y, que eviten sitios complejos. Aunque reconoció que hay un acuerdo con la secretaria de gobernación.
Los guardias comunitarios de cinco municipios tamaulipecos que se localizan en los límites con el Estado de Nuevo León, celebraron el octavo aniversario de su organización. Lanzaron severas consignas en contra de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto. También se sumaron a la celebración del Día de la Expropiación Petrolera. Argumentaron una crítica frontal a las reformas energética y educativa.

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