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Carlos López Arriaga – Mochilas, ¿con plomo?

La empresa PROMO PAPE DE OCCIDENTE está afincada en Guadalajara, Jalisco y aparece en listas de proveedores, municipales y estatales, en entidades como Guanajuato, Nuevo León y el propio Jalisco. Vende material escolar de diversos fabricantes, entre ellos, la compañía chiapaneca GHIGASA COMERCIAL, S.A. de C.V.

El caso es que estos mercaderes acaban de cometer un descuido imperdonable. Le vendieron a Tamaulipas más de 400 mil mochilas que empezaron a ser entregadas por el gobernador CABEZA DE VACA el martes pasado y los sorprendidos alumnos descubrieron rápidamente que eran… ¡Saldos de otra compra gubernamental en Guanajuato!…

Bajo el logotipo (etiqueta, parche) del programa tamaulipeco “Con mis útiles a la escuela”, aparece otro, el guanajuatense “Mochila segura”, noticia que en lapso de horas se convirtió en #TrendTopic nacional.

Paralelamente le cuento que el gobierno albiazul de Guanajuato a cargo del hoy saliente MIGUEL MÁRQUEZ (2012-2018) adjudicó a la referida empresa GHIGASA COMERCIAL la adquisición de 400 mil mochilas escolares, a un costo de 206 millones de pesos.

Ello, como parte del programa estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia de la Secretaría de Seguridad Pública. Dinero de seguridad invertido en mochilas, así tal cual.

El problema estalló cuando el Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (CIATEC, una filial del CONACYT) reportó resultados verdaderamente alarmantes, luego de realizar un análisis en la tela de esas mochilas.

Las cuales tendrían (según dicho estudio) hasta 14 veces más plomo del que permite la norma internacional fijada para defender la salud de los consumidores, en este caso, niños de escolaridad básica.

Se hizo grande el escándalo en la prensa, lo cubrió con mucha precisión el diario AM de León (entre otros) y por ello el gobierno estatal ordenó retirar las mochilas de circulación y regresárselas al fabricante de Chiapas (GHIGASA).

¿ACÁ TAMBIÉN?

El caso es que ahora aparecen (en un número similar, 400 mil) mochilas de aspecto muy semejante a las que fueron retiradas en Guanajuato y no solo se parecen, sino que, además, los alumnos descubrieron que traen etiqueta de aquel estado.

Este error, la superposición mal hecha de logotipos, quizás haya sido providencial pues acaso permita develar aspectos más graves de la referida adquisición, como la probable toxicidad del material escolar que ahora se está repartiendo en Tamaulipas.

Yo no se si sean las mismas, pero (al menos) se parecen bastante no solo (1) en su aspecto, sino también (2) su origen guanajuatense y (3) el reconocimiento que el propio gobierno estatal hace de que el fabricante es GHIGASA, con su respectivo vendedor PROMO PAPE DE OCCIDENTE.

Y, bueno, el levantón de enaguas fue tan evidente, que de inmediato se puso en marcha un control de daños, como mandan los cánones:

(1) Renombrando el problema. Mire usted, donde la prensa nacional dice “material fraudulento”, la Secretaría de Educación describe “útiles escolares en condiciones incorrectas.”

(2) Minimizando el daño (fueron nomás 100 mochilas, dicen).

(3) Ofreciendo pronta solución (“fue suspendida la entrega” y las mochilas “serán sustituidas”).

ALERTA DE SALUD

La pregunta es si (en verdad) deben ser reemplazadas, por otras piezas del mismo fabricante, mismo origen, vendedor, marca, características.

Asunto (oiga usted) bastante más amplio, largo, complejo y profundo que un simple “ay me equivoqué, ahorita se las parcho, no se preocupen, fue descuido de un empleado.”

Ciertamente, entre proveedores es bien conocido el truco del “roperazo”. Vender saldos (algunos ya previamente cobrados a otro cliente) como si fuera material nuevo.

Pero ocurre que esto ya rebasó el asunto de una simple operación fraudulenta para mostrar visos de convertirse en un tema de salud pública que podría eventualmente amenazar a la población más vulnerable, la infantil.

Cabe pensar que quienes decidieron esa adquisición en Tamaulipas leen poco la prensa nacional o están mal enterados de lo que ocurre en el entorno regional.

O bien que autorizaron a sabiendas una compra poco escrupulosa, aprovechando el natural descuento, el jugoso precio de liquidación que observan los productos defectuosos o descontinuados, remates o sobrantes.

Ya sabrán los de acá como lo documentan o facturan, por lo pronto allá deben haberlo vendido muy barato, si recordamos que su retiro fue noticia. Imagine usted: todo un lote de productos tóxicos vendido a precio de “outlet”, para que salga rápido.

Si estoy equivocado lo reconoceré. Si las mochilas no son las mismas cuya distribución se prohibió en Guanajuato, será necesario aclararlo, una vez que el gobierno así lo informe.

Pero el dicho popular es muy claro: si grazna como pato, camina como pato y tiene plumas de pato, la lógica elemental nos indica que es un pato.

BUZÓN: lopezarriaga@gmail.com

WEB: http://lopezarriaga.blogspot.com

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