Por Alfredo Guevara

El presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas Jesús Eduardo Hernández Anguiano, tomo la protesta a los 430 consejeros que integrarán los 43 consejos municipales electorales, en los que se encargarán de la preparación, organización y desarrollo de la elección de Ayuntamiento en el 2018.

De los 430, toda vez que son cinco propietarios y cinco suplentes por cada uno de los 43 consejos municipales electorales, 23 de ellos los presidirá una mujer, en el resto de los organismos serán varones, incluso, algunos de ellos que prácticamente repetirán en el cargo.

La integración de los consejos municipales es equilibrada, tomándose en cuenta que el 52 por ciento de los consejeros propietarios son varones; el resto son mujeres, atendiendo criterios en materia de pluralidad, en oficios, profesiones y actividades desempeñadas por las personas, en las que se conjuga experiencia y estudios profesionales.

No obstante, el presidente de dicho Instituto supo reconoce que algunos consejos municipales electorales repetirán consejeros, sobre todo los que tienen experiencia “para no correr el riesgo de que sean por primera ocasión en asumir un cargo de esa naturaleza” sostuvo.

Aun cuando no es un impedimento que los consejeros tengan alguna militancia en partidos políticos, estableció que el Instituto Electoral de Tamaulipas cuidó mucho este aspecto, aunque dependerá de los partidos políticos inconformarse ante la siguiente instancia, en este caso el Tribunal Electoral del Estado.

“Estuvimos cuidando que no, que se dé de una manera plural y representativa de la sociedad, aunque la militancia no es un requisito negativo para participar como personas” sostuvo Hernández Anguiano en una entrevista que concedió antes de tomarle la protesta a los nuevos consejeros municipales.

Explicó que de los 430 consejeros municipales electorales, el 73 por ciento de ellos no tienen militancia o relación con partido político, el resto si.

Pese a ello, sostuvo que aun así tienen derecho a participar, en base a las aptitudes, garantizando en todo momento la imparcialidad, a través de la misma observancia de la sociedad, de los partidos políticos como de la propia autoridad electoral.