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Carlos López Arriaga – Purga estatal, inevitable

Siguiendo las pautas de la vieja cultura priísta, medios y redes de Tamaulipas se han dado a la tarea de especular sobre la expectativa de ajustes que hoy se abre en la cúpula política estatal, gobierno y partido.

No es mala fe, digamos que pura inercia. Siete décadas de trato con la familia tricolor establecieron dicha práctica, confiriéndole valor de regla.

En ocasión de informe o al concluir elecciones (1) el cambio de rutina y si les fue mal (2) entonces hablamos de limpia general, barredora, golpe de mano, enroques mayores diseñados para fortalecer al jefe del Ejecutivo.

Es decir, otorgarle un margen ampliado de libertad que le permita disponer de sus recursos humanos y ejercer con total firmeza las facultades propias del cargo, para nombrar, renovar, optimizar su equipo.

El gobernador CABEZA DE VACA está plenamente facultado para ello y debe hacer uso de dicha función con total tranquilidad de conciencia. En el entendido (y en la inteligencia) de que los tiempos así lo demandan.

¿Áreas susceptibles de renovación?… sin duda las más vinculadas a la inconformidad ciudadana que se expresó en el voto de castigo, el voto anti-PAN (anti-PRI, anti-PRIAN).

Por ahí, precisamente, podría empezar la rendición de cuentas. En cuáles áreas se encuentran los factores que alejaron al ciudadano del partido albiazul enfriando el entusiasmo de apenas dos años atrás.

La Secretaría de Educación, por ejemplo, donde HÉCTOR ESCOBAR luce hoy enredado como gato en bola de estambre, con ese software de nómina que parece diseñado por su peor enemigo.

No fluyen los pagos, no llegan con la recurrencia debida ni la puntualidad acostumbrada, hay nutridas quejas de maltrato, recortes injustificados y despidos a lo largo y ancho de la geografía magisterial. Amén de un diálogo muy pobre en resultados con la cúpula sindical.

Y estamos hablando de gente que en 2016 mostraba con felicidad el logotipo de los cuernos azules cuando otorgó su total apoyo a la candidatura de CABEZA DE VACA y ahora llegó contrariada a su encuentro con la urna.

Otro caso es la subsecretaría de Ingresos, donde los afanes recaudatorios de ARTURO SOTO alcanzaron un ritmo frenético que la prensa calificó de terrorismo fiscal, invadiendo en su neurótica cobranza áreas municipales y federales.

Por igual, ESCOBAR y SOTO se encargaron de sembrar el camino de agravios, rencores y malquerencias al régimen y a su partido.

Con puntualidad macabra y una perseverancia digna de mejores causas, ambos contribuyeron al inocultable revés sufrido por el PAN tamaulipeco donde se perdieron (hasta hoy) seis de nueve diputaciones de mayoría, amén de la fórmula senatorial.

Responsabilidad que igualmente atañe y deja muy mal parados a los principales responsables de la operación política, la dirigencia partidista de KIKO ELIZONDO y la Secretaría General de Gobierno a cargo del señor VERÁSTEGUI.

Desde luego, cada mandatario elige su ritmo, momento y coyuntura para realizar los ajustes que juzgue pertinentes.

En el caso de Sonora, la gobernadora priísta CLAUDIA PAVLOVICH anunció la renovación en su equipo de trabajo apenas una semana después de la elección presidencial.

En Tamaulipas corre paralela la doble sensación (1) del cambio inevitable y (2) una fecha todavía por definir, y cuyos plazos probables acaso tengan que ver (dicen los observadores) con el arribo del nuevo congreso nacional en septiembre, el informe segundo de la administración estatal o acaso el sexto del presidente PEÑA.

Hay también eventos intermedios como la renovación próxima de la dirigencia nacional blanquiazul, hoy en fase de preparación y donde los gobernadores (a falta de un “primer panista” del país) tienen participación muy activa.

Aunque también sigue metiendo ruido el asunto de las impugnaciones. Se conocen al menos tres propósitos expuestos por los abogados de MORENA:

(1) Anular la elección municipal de Reynosa, impulsando la instauración de una junta de administración civil para truncar el proyecto reeleccionista de MAKI ORTIZ.

(2) Rescatar la diputación federal de mayoría en Nuevo Laredo, donde los seguidores de AMLO aseguran que el ganador fue HERIBERTO CANTU DEANDAR, candidato de la coalición “Todos por México”.

(3) Y anular también la votación por el distrito 6 con cabecera en Mante, por su exuberante número de irregularidades. Eso, en calidad de mientras, en lo que se preparan sanciones, en lo económico y lo penal.

El caso es que la canícula tamaulipeca nos aturdió este año más de lo esperado. Vivimos un verano tórrido, sofocante, no exento de sorpresas, donde la palabra “cambio” parece haber adquirido dimensiones telúricas.

Metafísicas, acaso.

BUZÓN: lopezarriaga21@gmail.com

WEB: http://lopezarriaga.blogspot.com

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