La Pared

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Ricardo Hernández

Decisión, es de las palabras más utilizadas dentro del medio del futbol, es una palabra importante, pero no definitiva, salvo algunas ocaciones, pero de algo que si estamos seguros es, que es determinante. Determina rumbos, determina caminos que, diferentes actores e instituciones dentro del futbol, transitan hacia el éxito o el fracaso.

Hoy enfocaremos este tema, en cómo los papás deciden sobre el presente y un posible futuro de su hijo futbolista.

Un papá cuando decide sobre la vida deportiva de su hijo, debe tomar en cuenta el sueño y la ilusión del niño, no la suya propia por la circunstancia que sea.

Cuando un papá decide por encima de lo que el niño anhela y sueña respecto al futbol, lo más probable es, que el resultado del proceso deportivo que se elija para su hijo, sea malo e irreversible.

Muchas ocasiones los papás son influenciados por diferentes factores para decidir con quién, su hijo debe entrenar, jugar, competir y ganar. Lógico, ninguno busca ni elige con quien llevar a su hijo para perder.

La influencia sobre los papás regularmente viene de los entrenadores. Ellos son los que persuaden a los papás para decidir cuál es la academia, entrenadores, métodos, modelos, convenientes para entrenar a su hijo, pero no siempre se acierta.

Un entrenador que promete que hará “campeón” a tu hijo y decides llevarlo a entrenar con ese entrenador; tanto el entrenador habrá fracasado como tal, y tú, papá, habrás fracasado como padre de un niño que desea ser futbolista.

Un entrenador que ofrece zapatos de futbol, mochila y uniforme para tu hijo, solo para que “juegue” con su equipo, y accedes. El entrenador y tú, papá, habrán fracasado.

Un entrenador que ofrece un incentivo económico (dinero) para que tu hijo juegue con su equipo. El entrenador y tú, papá, habrán fracasado.

Todas estas situaciones reales entre otras en la relación entrenador y padre del niño que desea ser futbolista, carecen de “honestidad”, simplemente porque no se está pensando ni actuando a favor del niño.

El valor de la honestidad en una de sus definiciones indica que, “es la acción constante de evitar apropiarse de lo que no nos pertenece”, y los sueños, las ilusiones y el deseo de pertenecer a un colectivo (equipo) de futbol, es solo del niño.

La honestidad va muy de la mano con el respeto, y el buen futbol lo representan personas con la voluntad de hacerlas valer.

La decisión de un padre o una madre para que su hijo practique un deporte, nunca debe ir disfrazada de un supuesto beneficio para su hijo, ni persuadida por un ofrecimiento de supuestos sueños o regalos.

Para un entrenador, su único objetivo debe ser el obsequio de su tiempo hacia sus jugadores (alumnos) y el único ofrecimiento hacia los padres e hijos deseosos de ser futbolistas es, su conocimiento y sus valores al servicio de la enseñanza del futbol.

Dicho lo anterior, la reflexión es la siguiente: “papá, cuando un entrenador te ofrezca y te prometa campeonatos, solo recuerda que para tu hijo o hija, los trofeos y las medallas son lo menos importante que van a obtener en su etapa formativa”.

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